sábado, 26 de noviembre de 2016

Cine y Crítica Socio-Cultural

El cine resplandece como preludio del entretenimiento. Cada película se presenta ante la expectativa contemplación de nuestros ojos como un mundo que precisa ser descubierto y suscita a la propagación de diversas emociones: nos provoca llanto, risas, lamentos, odio, angustia, etc.
Pero, ¿qué puede generar la repetición constante de escenas determinadas? ¿Qué puede representar la repetición de determinados estereotipos físicos? ¿Son los países o sus pobladores tal como lo reflejan la cantidad significativa de películas taquilleras? ¿Qué puede generar en el espectador que el “destino” del personaje principal radique en las elecciones y aptitudes individuales? ¿Qué puede generar la repetición de escenas como la ingesta de psicofármacos, la persistente compra de mercancías, etc.? Slavoj Žižek dijo que “el cine es la más perversa de las artes, no te da qué desear, te dice cómo desear”. El cine parece haberse revestido en una manta de entretenimiento afectiva pero, a su vez, también parece representar un trasfondo de intereses no visiblemente aprensibles; metáforas y representaciones simbólicas investidas y recubiertas por una ideología que constituye intereses particulares. Dijo Antonio Gramsci que “la conquista del poder cultural es previa a la del poder político y esto se logra mediante la acción concertada de los intelectuales llamados "orgánicos" infiltrados en todos los medios de comunicación, expresión y universitarios”. Es así que el cine sirve como herramienta en la construcción de un mapa cultural. 
En este blog nos proponemos intentar representar –con los riesgos que esto conlleva- a la otra cara de esta especie de “doble naturaleza” del cine; porque puede ser instrumento de reproducción a través de la repetición discursiva, pero a su vez, -al igual que centenares de libros y otros medios- a partir de la manifestación de simbolismos y metáforas, permite nuevas formas de lecturas, la reconstrucción de un nuevo marco de auto-reflexión, nuevo horizonte de inteligibilidad. Que nos sirva de ejemplo una película de ciencia ficción, ella permite plantearnos interrogantes, ya que deconstruye lo que llamamos nuestro “mundo real”, actual. Nos desestructura, nos provoca, nos inquiere, nos moviliza, nos alerta, nos zarandea, nos desacomoda, nos sacude, nos deja pensando…porque el cine también da cuenta de elementos que pueden servir como herramientas de crítica para aspectos que han sido objeto de reificación, de naturalización, elementos que ceden a una crítica socio-cultural. También fue Žižek quien dijo que “se puede aprender más de una ´buena´ (en términos representativos) película de Hollywood que de un análisis sociológico profundo de nuestras sociedades”.

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